¿Cómo es tu mirada?

¡Hola preciosa!

Vuelvo a estar por aquí :) Después de unas semanas con varios proyectos entre manos, mucha ilusión y mucha dispersión (a partes iguales), he conseguido sacar un ratito para escribiros.

Recientemente me he dado cuenta de algo, y es que cuanto más autocompasiva soy conmigo, más compasiva soy con los demás.

La manera en la que veo al otro es un reflejo de cómo me miro a mí. Quizás es más fácil utilizar este punto de partida: observa cuando haces un juicio (absolutamente todo el mundo juzga, somos seres humanos), ¿qué tono utilizas? ¿qué juzgas? ¿haces juicios negativos o positivos?. Pues lo que dices del otro (espero que sea mentalmente) es lo que te dices a ti misma.

Yo llevo todo un trabajo con esto, (y lo que me queda…). Si eres autoexigente, muy probablemente seas exigente con los demás, esperes X de ellos, desearías que fuesen de X manera, que hiciesen X… Esta exigencia se retroalimenta, como yo me exijo a mí, exijo a los demás, y es algo automático, ¿te has parado a pensarlo?

Y, ¿por qué te cuento esto? Porque me he dado cuenta de que a medida que soy más amable conmigo, que me escucho, que no me exijo más de lo que puedo dar, que me doy el descanso que el cuerpo necesita, que me cuido… Todo esto, se ve reflejado en el otro. Llego a la comprensión de que cada uno hace lo que puede, y que todos tenemos nuestras mierdas, si esa persona no está haciendo más es por algo, y ¿quién soy yo para juzgarlo?

Cada vez aparece más la compasión, la comprensión, y la aceptación de que cada uno está en su camino. Y desde la responsabilidad de darme cuenta, de encargarme de cómo reacciono yo ante eso, le quito peso al otro. A mí me está sentando genial :)

Y con una meditación que grabé me pasó algo parecido, quería que fuese perfecta, como todo lo que creo… Imagínate el desgaste de energía, ¿qué es perfecto? ¿perfecto para quién? ¿cuándo parar o cuando seguir “mejorándolo”? Total, que me veo con curiosidad, como observadora (de esto hablamos en el directo con Kass) y me digo: “Ah mira, que ya estás otra vez con esto… Relájate un poco anda…” Y al final cedo, porque me doy cuenta de que no hay nada tan importante como para que me tenga que machacar, cuando el resultado ya es bastante bueno. Todo un camino amigas…

Así que aquí os dejo la meditación “imperfecta” que he grabado con todo mi cariño, ojalá que os permita ReConectar con vosotras mismas y os siente genial.

Y ahora te pregunto:

  • ¿Cómo te hablas a ti?

  • ¿Qué juicios sueles hacer de los demás?

  • ¿Qué dicen de ti esos juicios que haces?

  • ¿Ves alguna relación sobre la opinión que tienes de ti misma?

¿Cuáles han sido tus sensaciones al leer esto? ¿Qué te gustaría compartir con otras mujeres? Cada comentario aporta muchísimo valor a quien lo lee, te invito a que comentes lo que sea que te apetezca y entre todas nos vayamos nutriendo. Tu experiencia es importante, para ti y para el resto.

Te abrazo fuerte, valiente.

Caminamos juntas.

Adriana

Anterior
Anterior

Esclavitud autoimpuesta

Siguiente
Siguiente

disfrutar