Maldita ( y Bendita) coherencia…
¡Hola preciosa!
Estoy muy feliz de empezar a crear estas propuestas en las que se abre un espacio para la comunicación desde la reflexión, mirar hacia adentro, y a través de las cuales te voy a estar entregando todo aquello que sienta que te puede servir.
Este año lo siento muuuuy potente, palabras como: disciplina, compromiso, crecimiento, incomodidad y coherencia vienen a mi mente cuando pienso en el 2022. Y me atrevería a decir que no es solo mi sentir, he estado hablando con muchas de vosotras y parece que estamos en lo mismo. Este año promete, de verdad, si quieres evolucionar, y estás decidida a ver qué es aquello que la vida tiene para ti y vas a aprovecharlo como motor de cambio… Welcome on board. Nos vamos a estar acompañando.
Así que sin más preámbulos, hoy quiero hablarte de la coherencia, esa palabra que me acompaña y me “obsesiona” desde hace un año. ¿Estoy siendo coherente? ¿La vida que llevo lo es? ¿Lo que digo es realmente lo que siento? ¿Desde dónde digo lo que digo? ¿Desde dónde hago lo que hago? Si realmente quiero conseguir lo que me he propuesto, ¿mis decisiones y acciones me acercan o me alejan? Y así mil preguntas más sobre esto.
Llevar una vida coherente es una de mis prioridades vitales. No concibo la vida engañándome a mí misma para evitar X o Y, ni para seguir repitiendo patrones que me mantienen en el mismo lugar en el que estoy. Si no es para crecer y aprender de lo que se me presenta, ¿cuál es el sentido de la vida? Lo sé, estoy muy intensa y profunda, sorry not sorry.
Siempre he pensado que la coherencia, en el mundo en el que vivimos, es complicada, pero que lo sea no quiere decir que no se pueda conseguir, todo camino empieza por un primer paso.
Y aquí viene lo jodido, la coherencia implica, primero: escucharse, y segundo: tomar decisiones. Y, (te aviso, voy a generalizar muuuucho) no solemos ni escucharnos ni tomar decisiones, y yo me incluyo. Tenemos tanto ruido a nuestro alrededor, y dentro de nuestra cabeza, que no tenemos ni idea de qué nos pasa, de qué queremos, y de qué necesitamos; vamos subidas a la rueda del hámster en la que no podemos parar de dar vueltas, y cuando lo hacemos (y nos quedamos en silencio) hay tanta incomodidad que nos volvemos a subir a la dichosa rueda porque no podemos sostenerlo. Para. Respira. Todas estamos o hemos estado en algún momento ahí.
Y si nos cuesta escucharnos, tomar decisiones está a otro nivel… Dudas, indecisión, no saber, cambiar de opinión cada 2 horas, miedos, muchos miedos: a equivocarnos, al cambio, a soltar, a perdernos, a empezar de cero, y así hasta el infinito. ¿Pero y si te digo que TODAS las personas pasamos por algo similar en algún punto de nuestra vida, o constantemente, aunque sea de diferente manera, y consciente o inconscientemente?
El cambio es lo único que no cambia en la vida, ¿por qué nos aferramos a algo que cada día que pasa tiene menos sentido? …
Eso, eso en lo que acabas de pensar, lo que acaba de pasar de manera fugaz por tu mente, es lo que tiene que ser revisado. Quizás sea una manera de pensar, una persona, una relación, un hábito, un objetivo, un sueño, una manera de actuar, etc. Da igual lo que sea, empieza por ahí porque es lo que más incoherencia está trayendo a tu vida.
Y ahora te pregunto:
· ¿Qué es coherencia para ti?
· ¿Del 0 al 10, cómo de importante es la coherencia en este momento?
· ¿En qué áreas de tu vida sientes que eres incoherente?
· Identifica una incoherencia con la que quieras trabajar. ¿Cuál es el primer paso que puedes hacer para que eso que has escogido esté un poco más alineado a ti?
Te invito a que dediques un tiempo a contestar estas preguntas, y puedas observar en qué punto estás en este momento.
Si has llegado hasta el final te honro, siento que es un tema que crea incomodidad porque hacerse preguntas implica abrir los ojos y analizar nuestra realidad, y muchas veces no queremos salir de ahí, cada una tiene sus motivos y son totalmente lícitos.
Espero que hayas disfrutado de esta pequeña reflexión que llevo meses sin quitarme de la cabeza.
¿Cuáles han sido tus sensaciones al leer esto? ¿Qué te gustaría compartir con otras mujeres? Cada comentario aporta muchísimo valor a quien lo lee, te invito a que comentes lo que sea que te apetezca y entre todas nos vayamos nutriendo. Tu experiencia es importante, para ti y para el resto.
Te abrazo fuerte, valiente.
Caminamos juntas.
Adriana